Son vinos, elaborados con uvas autóctonas como la Touriga Nacional, Touriga França, Tinta Roriz (Aragonez), Tinta Barroca y Tinto Cão, ofrecen una experiencia sensorial única que refleja el carácter del Douro.
Los tintos jóvenes deslumbran con su color rubí y aromas a frutos rojos como frambuesas y fresas, acompañados de toques florales y de madera. Ideales para maridar con pizzas, pastas o bacalao, se disfrutan mejor entre 13º y 15ºC.
Por otro lado, los tintos de guarda cautivan con su profundo color y aromas complejos e intensos que evolucionan con el tiempo. Destacan por su gran estructura y taninos persistentes, siendo perfectos para acompañar carnes rojas y platos tradicionales portugueses. Servidos entre 16º y 18ºC, revelan su esplendor en cada sorbo.
Los vinos blancos del Douro, ya sean secos o de guarda, sorprenden con sus refrescantes aromas a frutas cítricas y florales, así como su equilibrio y complejidad en boca. Ideales para acompañar pescados, ensaladas o simplemente como aperitivo, se disfrutan mejor a temperaturas entre 8º y 12ºC.
Por último, los vinos rosados, con su atractivo color y aromas jóvenes de frutas, ofrecen una experiencia fresca y versátil que marida a la perfección con aperitivos y gastronomía oriental. Consumidos jóvenes y servidos ligeramente frescos entre 10º y 12ºC, deleitan con su suavidad y dulzor.
Además de estos, el Douro también ofrece otras joyas menos conocidas pero igualmente fascinantes, como el Moscatel del Douro, el Espumoso del Douro (VEQPRD) y el vino nuevo, cada uno con su propia historia y carácter único.
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